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El subsuelo de Barcelona es una mina de información para descubrir episodios del pasado de la ciudad. Ahora, durante las obras de la Via Laietana en la calle Fusteria, se han encontrado los restos de cinco casas de origen medieval y restos de las Voltes dels Encants. Los trabajos arqueológicos han puesto al descubierto la planta baja y algunos sótanos de estas viviendas. Entre los descubrimientos más destacados se ha hallado un pavimento cerámico del siglo XIV y diversas estructuras medievales y postmedievales, incluyendo pozos, depósitos y redes de saneamiento.
También se han podido recuperar materiales arqueológicos como cerámicas, elementos arquitectónicos, metales y restos de fauna y vidrio. Además, en el pavimento de una de las viviendas se ha encontrado una pieza importante: una imagen de Sant Antoni de Pàdua del siglo XVIII. Las investigaciones documentales establecen que una de las casas podría haber acogido a una de las primeras colecciones museísticas documentadas de la península.

Los arqueólogos relacionan los restos de esta manzana con los restos de la Font de l'Àngel, ya que tienen una cronología similar a las que se encontraron anteriormente en la plaza de Correos. Así, la intervención ha permitido aportar nueva información sobre la ocupación de este espacio de la ciudad en época medieval. La excavación arqueológica ocupa una superficie total de 239 m², con una longitud de 36,70 metros y una anchura de 6,50 metros.
Las obras de reurbanización de la calle Fusteria están destinadas a mejorar el urbanismo de la ciudad y al mismo tiempo están permitiendo recuperar información histórica importante sobre la configuración de la ciudad.

La intervención, dirigida por el arqueólogo Toni Fernández Espinosa, bajo la supervisión del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) y del Servicio de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Generalitat, continuará hasta completar la documentación de todos los restos y se realice el análisis arqueológico posterior.