[title]
Para todos aquellos que no conozcáis a Pepita Bernat debéis saber dos cosas sobre ella: le encanta el baile de salón y tiene un amor incondicional a la emblemática sala de La Paloma de Barcelona. De hecho, la estima es recíproca. Tanto es así, que la tribuna principal de la sala lleva su nombre.
Si plasmar el nombre de la devota en el palco de en medio de la cámara no era un acto suficiente para demostrar el cariño, ahora sí se confirma el gran homenaje hacia Pepita porque para su 105 aniversario La Paloma le ha preparado una sorpresa. El día 21 de julio una parte de la sesión de bailes de salón le será dedicada, con tarta y copa de cava para brindar. Además, la banda Tigres del Raval, la orquesta que actúa cada domingo, ha reservado una canción especial para que la cumpleañera la baile.
La velada será doblemente distintiva, porque, además de celebrar el aniversario de Pepita, también será la última sesión de esta temporada. Las entradas están ya disponibles a través de la plataforma Xceed por un precio de 13 euros, con bebida incluida. El horario será el habitual de los domingos: desde las 18 h hasta las 21.30 h.
Toda una vida en La Paloma
En varias ocasiones, Pepita Bernat ha asegurado que grandes momentos de su vida han sucedido dentro de las paredes de La Paloma y alrededor de los bailes con orquesta de la sala. La primera vez que acudió (escapándose de casa) fue con 14 años. Con 17, cuando todavía tenía prohibido salir a bailar, hacía "trampas": decía que tenía algo en la escuela para poder llegar más tarde a casa.
Con los años, Pepita continuó asistiendo regularmente a la emblemática sala de baile. A sus 73 años encontró el amor de su vida, y a los 103, cuando la sala reabrió después de haber permanecido cerrada durante dieciséis años, volvió a bailar como si no hubiera existido la pausa. De hecho, nosotros la acompañamos.