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La Guardia Urbana de Barcelona ha empezado a multar este fin de semana a las personas que no llevan mascarilla sin una justificación válida. Entre el jueves pasado y el domingo por la tarde, los agentes han puesto un centenar de denuncias por no llevar la mascarilla, tenerla mal colocada o colgando del brazo.
El 9 de julio, la Generalitat de Catalunya hizo obligatorio el uso de la mascarilla en toda la autonomía, incluso cuando se pueda garantizar la distancia de seguridad. Hasta la semana pasada, la Guardia Urbana realizó casi dos mil avisos recordando a los ciudadanos el uso de esta medida clave para frenar la nueva ola de contagios. Visto el incumplimiento, el teniente de alcalde de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, anunció el jueves que la Guardia Urbana comenzaría a multar, y esa misma noche se inició la labor sancionadora.
Una vez hecha la denuncia, los señalados por el incumplimiento de la normativa pueden presentar sus alegaciones, pero si esta se convierte en una multa efectiva supondrá un coste de 100 euros una vez finalizado el proceso administrativo.