El pintor Antonio Muñoz Degrain hizo de profesor pintura de paisaje a Pablo Picasso, cuando este estudiaba la Escuela especial de pintura, escultura y grabado de Madrid. Pero durante su estancia, el artista no solo estudió, sino que hacía visitas constantes al Museo del Prado, donde contemplaba pinturas de Velázquez y El Greco, y también paseaba por la ciudad para reproducir las vistas de las calles y del Parque del Retiro. Madrid, pues, influyó en la obra de Picasso, y las figuras de Degrain, Velázquez y El Greco también. Ahora, estos artistas aterrizan en el Museo Picasso de Barcelona en forma de tres obras que forman parte de un intercambio entre el Museo del Prado y el Museo Picasso de Barcelona. La sala donde coincidirán estas tres obras de arte se abrirá al público el 15 de mayo bajo el título: 'Greco, Vélazquez, ¡inspiradme! Picasso invita al Museo del Prado'.
© Col ·lecció Museo Nacional de El Prado, MadrisdEl Greco Retrato de un caballero c. 1586
El nombre de la sala no es una invención ni una arbitrariedad. Hay un dibujo de Picasso donde se lee "Greco, Velázquez, ¡inspiradme!" y la Colección del Museo Picasso contiene muestras de que la admiración de Picasso por estos creadores le duró toda su vida. En sus cuadernos y libretas de trabajo hay esbozos y copias de obras de Velázquez y de El Greco, como un esbozo de la cara de 'El Niño de Vallecas' de Velázquez. El interés por El Greco, además, también toma forma durante la época azul de Picasso, con los ritmos, las